El Éxtasis (MDMA), la droga por excelencia de los años 90, la llamada droga de la sensualidad el amigo inseparable para las largas noches de “Ruta del bakalao”, está a punto de volver al lugar de donde nunca tuvo que haber salido. El lugar de los remedios terapéuticos el troyano para combatir los desordenes psiquiátricos, en vez de formar parte del lado oscuro de la ilegalidad y la marginalidad.
Dos investigadores de la universidad de ciencia de Noruega han publicado unas investigaciones donde afirman que la administración controlada de dosis de MDMA, logra mejorar la respuesta emocional y aumentar el vínculo de confianza entre paciente y doctor, a la hora de recordar y procesar los recuerdos más dolorosos.
Personas que sufran de estrés post-traumático o ansiedad severa debido a una violación, excombatientes de las guerras e incluso personas con migrañas, podrían beneficiarse de los efectos terapéuticos del éxtasis.
Algunos psiquiatras han descrito al éxtasis como un “Bisturí psicológico” una llave que abre la puerta de las emociones mas escondidas.
El éxtasis no siempre ha sido ilegal.
En 1912, los laboratorios Merck, sintetizaron el MDMA. El hallazgo no fue seguido de estudios y hasta 1953 permaneció en el registro de patentes durmiendo el sueño de los justos.
Fue un químico de la compañía Dow Chemicals, quien la rescató del olvido y la convirtió en la estrella de muchas consultas de psiquiatras y terapeutas.
Entre 1972 y 1985, centenares de miles de pacientes recibieron esta sustancia como parte de sus tratamientos. Pero la facilidad con que la droga abría las mentes de los pacientes y la influencia que generaba en sus emociones, facilitó que el fármaco saltara de las consultas a la calle, y se convirtiera en una droga social.
En 1985 el MDMA fue prohibido en los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró fármaco sin uso terapéutico, su uso solo seria admitido en experimentos con animales.
La mayor parte de la comunidad de profesionales de la Psiquiatría quedaron sorprendidos por lo drástico de su prohibición, no existían estudios que demostraran los efectos nocivos, peligrosos o fatales para su consumo en humanos, siendo su poder de adicción mucho menor que la mayoría de los antidepresivos que se comercializaban en esos momentos y la sobredosis por dicho fármaco era prácticamente improbable. Aun así, la OMS la incluyó en la "Lista I" junto con drogas como el LSD, heroína, cocaína y otras drogas de riesgos altamente demostrados.
La verdadera causa de su prohibición fueron los intereses económicos de grandes compañías que fabricaban antidepresivos y otras drogas legales, que vieron peligrar sus productos al no poder competir con los resultados tan espectaculares del MDMA.
Actualmente las pastillas que se comercializan en la calle y que la inmensa mayoría de jóvenes discotequeros ingiere, no son más que cócteles de anfetaminas, ketamina cafeína o cualquier producto excitante que el camello de turno sintetice y le ponga un logotipo y un color atractivo. Nada que ver con el autentico MDMA.
Yo he visto con mis propios ojos como anormales de las noches discotequeras bailaban como posesos tras haberle puesto en la lengua una pastilla de color rosa, que en realidad eran antihistamínicos para perros…whooo, whooo, whooo, ¡que pelotazo que llevo tío!
Dos investigadores de la universidad de ciencia de Noruega han publicado unas investigaciones donde afirman que la administración controlada de dosis de MDMA, logra mejorar la respuesta emocional y aumentar el vínculo de confianza entre paciente y doctor, a la hora de recordar y procesar los recuerdos más dolorosos.
Personas que sufran de estrés post-traumático o ansiedad severa debido a una violación, excombatientes de las guerras e incluso personas con migrañas, podrían beneficiarse de los efectos terapéuticos del éxtasis.
Algunos psiquiatras han descrito al éxtasis como un “Bisturí psicológico” una llave que abre la puerta de las emociones mas escondidas.
El éxtasis no siempre ha sido ilegal.
En 1912, los laboratorios Merck, sintetizaron el MDMA. El hallazgo no fue seguido de estudios y hasta 1953 permaneció en el registro de patentes durmiendo el sueño de los justos.
Fue un químico de la compañía Dow Chemicals, quien la rescató del olvido y la convirtió en la estrella de muchas consultas de psiquiatras y terapeutas.
Entre 1972 y 1985, centenares de miles de pacientes recibieron esta sustancia como parte de sus tratamientos. Pero la facilidad con que la droga abría las mentes de los pacientes y la influencia que generaba en sus emociones, facilitó que el fármaco saltara de las consultas a la calle, y se convirtiera en una droga social.
En 1985 el MDMA fue prohibido en los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró fármaco sin uso terapéutico, su uso solo seria admitido en experimentos con animales.
La mayor parte de la comunidad de profesionales de la Psiquiatría quedaron sorprendidos por lo drástico de su prohibición, no existían estudios que demostraran los efectos nocivos, peligrosos o fatales para su consumo en humanos, siendo su poder de adicción mucho menor que la mayoría de los antidepresivos que se comercializaban en esos momentos y la sobredosis por dicho fármaco era prácticamente improbable. Aun así, la OMS la incluyó en la "Lista I" junto con drogas como el LSD, heroína, cocaína y otras drogas de riesgos altamente demostrados.
La verdadera causa de su prohibición fueron los intereses económicos de grandes compañías que fabricaban antidepresivos y otras drogas legales, que vieron peligrar sus productos al no poder competir con los resultados tan espectaculares del MDMA.
Actualmente las pastillas que se comercializan en la calle y que la inmensa mayoría de jóvenes discotequeros ingiere, no son más que cócteles de anfetaminas, ketamina cafeína o cualquier producto excitante que el camello de turno sintetice y le ponga un logotipo y un color atractivo. Nada que ver con el autentico MDMA.
Yo he visto con mis propios ojos como anormales de las noches discotequeras bailaban como posesos tras haberle puesto en la lengua una pastilla de color rosa, que en realidad eran antihistamínicos para perros…whooo, whooo, whooo, ¡que pelotazo que llevo tío!
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