No más insultos…¡que duelen!

Según un estudio (de estos tan profundos que se hacen ahora) las palabras pueden hacernos mucho más daño que una bofetada.

Desde ahora cuando alguien nos diga “te pierden las formas” ya no valdrá decir “que más da la forma, lo importante es el fondo”, pues se ha descubierto que el dolor físico se olvida antes que el dolor de tipo social, por ejemplo una ofensa verbal.

La explicación es que el cerebro humano ha evolucionado para protegerse ante el recuerdo de un dolor físico, pero no lo ha hecho en lo que se refiere a las dolencias de tipo afectivo, sentimental, etc.

Como decía Lord Byron: “El recuerdo de la felicidad ya no es felicidad; el recuerdo del dolor es todavía dolor”.

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