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viernes, 14 de agosto de 2009

Ahora o nunca


Si estas pensando dejar de fumar ¡hazlo ya! cuanto antes mejor, pues para esto no vale el dicho de “nunca es tarde”.

Según expertos en tabaquismo los daños que puede provocar el tabaco en el cuerpo son “reversibles” si se abandona el hábito antes de cumplir los 40 años. Pasada esa franja, “el cuerpo no se sigue deteriorando, pero los daños son irreversibles”.

Una de las principales razones por las que cuesta tanto abandonar el vicio del tabaco es que todas las ventajas de dejarlo, y todos los peligros de continuar, nos parecen muy lejanos. En realidad no es así, dejar de fumar tiene consecuencias positivas que pueden percibirse de forma inmediata. A los pocos minutos de apagar el último cigarro el cuerpo empieza a “limpiarse” automáticamente, el organismo comienza a repararse a si mismo desde ese preciso instante.

Aquí tienes una línea temporal sobre algunos de los efectos inmediatos que tiene el dejar de fumar:

20 minutos. Sorprendentemente, una vez que dejas de fumar el organismo comienza a curarse en cuestión de minutos. La tensión arterial y el pulso se normalizan a los pocos minutos.

24 horas. El monóxido de carbono ha desaparecido del organismo y los pulmones empiezan a trabajar para eliminar las partículas acumuladas. A estas alturas, ya se respira mejor.

48 horas. Las terminaciones nerviosas se ajustan a la ausencia de nicotina y las habilidades y sensaciones del gusto y del olfato empiezan a volver.

72 horas. El paso del aire que va hacia los pulmones se facilita, ya que los conductos que lo llevan se relajan, haciendo que la respiración se haga más fácil y que aumenten los niveles de energía.

De 2 a 12 semanas. La circulación y la tolerancia al ejercicio comienzan a mejorar.

De 3 a 9 meses. La función pulmonar aumenta un 10% y la tos y la dificultad para respirar comienzan a disminuir. Se está más en forma y más fuerte.

1 año. El riesgo de enfermedad cardiaca desciende a la mitad del de un fumador. Eso significa que has reducido a la mitad las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.

10 años. El riesgo de cáncer de pulmón disminuye a menos de la mitad de aquellos que continúan fumando y disminuye la incidencia de otros cánceres (de boca, de garganta, de esófago, de vejiga, de riñón y de páncreas).

15 años. El riesgo de ataque al corazón es igual al de una persona que nunca ha fumado.

A todo esto habría que añadir que al dejar el vicio se percibe cierta irritabilidad, aumento del apetito y del bolsillo.

Visto en: www.elconfidencial.com
"¿Qué le pasa al cuerpo cuando se deja de fumar"

miércoles, 7 de enero de 2009

El humo de tu alfombra me ahoga

Ya se que el tema de dejar el tabaco puede llegar a cansar y a ser una pesadez para los fumadores en activo, es verdad que cuando fumas y te hablan de lo perjudicial que puede ser te gustaría que la tierra se tragara al que te suelta el discurso.

Es así, que se le va a hacer…lo sabemos, pero cumpliendo con los propósitos del nuevo año una parte del equipo de Nosolovih (la mitad para ser exactos) se ha propuesto dejar de fumar y aun a sabiendas de que puede resultar “machacón” el tema, no le queda más remedio para darse animos y reforzar su decisión, que autoconvencerse y hacer participes a los demás de lo perjudicial, insano, pestilente, etc, etc, etc y etc, que es aspirar ese humo caliente (100º C) que nos corroe la garganta hasta llegar al negro pulmón, por el simple hecho de….¿de qué? si se piensa fríamente es uno de los placeres más adictivos y estupidos que existen.

Pero, vamos al grano, sino había ya bastantes razones para dejar de fumar resulta que, hundiendo más el dedo en la yaga, ahora se han sacado de la..."manga" otras nuevas relacionadas con el descenso de la mortalidad y por si fuera poco un estudio de un hospital infantil de EEUU acaba de identificar un nuevo riesgo del tabaco que afecta a los no fumadores. Leer más…

Se trata del 'humo de tercera mano', el término hace referencia a las partículas dañinas que permanecen en la ropa y las alfombras y que son perjudiciales, sobre todo, para los niños.
Ya existía, el “humo de segunda mano” que es el humo ambiental, ubicado en las habitaciones y espacios donde se fuma. Pero ahora el peligro, para los que ya no fumamos, acecha a través de los residuos cancerigenos, metales pesados y otros materiales dañinos que contienen los restos de los cigarros y que se quedan atrapados en cojines, alfombras, bufandas, batas de estar por casa, e incluso el pelo de los que comparten su vida con ese “monstruo” llamado tabaco… que lo sepáis fumadores ¡¡Vade Retro!!