lunes, 15 de marzo de 2010

Turismo de trasplantes


Cuando ya nada se espera, cuando tus cartas están echadas y tú decrepito cuerpo cuenta hacia atrás, entonces nos resignamos y nos encomendamos a nuestro Dios.

Una lastima, porque Él, siempre anda ocupadísimo y nuestras plegarias pasan ante Él, como los botes de ketchup en las cintas de los supermercados.

Oscar Garay lo sabía. Y no se resignó. Ni tan siquiera se persignó delante de una estampa de Él ofreciéndole un guiño de complicidad para que se acordara de lo suyo. 

Tan pronto salió Oscar de la consulta de la Dra.  Decidió beberse todos los gin-tonics que pudiera ingerir. Lo hizo con sus amigos. 

A ellos les cuenta lo que la Dra. Le acaba de comunicar; "En el mejor de los casos te queda un año de vida y no cumples el protocolo para entrar en la lista de transplantes de hígado".

Oscar padece además de una cirrosis hepática por VHC un cáncer hepático. No alberga  sitio para la esperanza…al menos en España.

Oscar ha oído hablar a través de un amigo de un amigo, que viajó a China para someterse a un transplante de hígado. 

Dos meses después de que le confirmaran la noticia que no entraba en la lista de transplantes en España, Oscar, aterriza en Pekín.

Un mes después de su llegada a Pekín y previo pago de unos 130mil euros, entra en los quirófanos del Hospital Número 1 de Tianjin (Tianjin First Center Hospital)

52 días en Pekín ha estado Oscar. Todo un calvario según cuenta. Pero el 12 de enero del 2009 aterriza en el aeropuerto de Sondika  ante un buen puñado de familiares y amigos. Luce 20 kilos de menos, pero en su interior aloja un hígado nuevo.

Oscar sabe que su hígado probablemente pertenecía a algún preso que ajusticiaron ese mismo día, incluso que fuera procedente del tráfico de órganos tan presente en el régimen chino, pero el debate sobre la moral lo dejaron colgado en el ropero antes de salir de Bilbao. 

La madre de Oscar y su mujer solo querían salvarle la vida. Seguramente si el mismísimo Lucifer les hubiera plantado delante de ellas un papel donde se comprometieran a venderles sus almas a cambio de la vida de Oscar…sin duda lo hubieran firmado. 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Este hombre a pesar de todo tenia 130.000 euros y se pudo ir a china, que sera de los pobres desgraciados que no tengan ese dinero?