La capacidad de aguante del ser humano es prácticamente ilimitada.
O eso parece.
Encajamos atropellos e injusticias diariamente. Lo vemos a todas horas, en los informativos, lo leemos en los periódicos, lo escuchamos en las radios.
Casos sangrantes.
Políticos corruptos, inútiles mindundis que tienen como único fin el expolio de las arcas ajenas
Agricultores que se ven obligados a vender por debajo de sus costes a las grandes superficies. Ganaderos condenados a vender al precio que marcan las multinacionales. Constructoras compinchadas con los ayuntamientos que desorbitan el precio de la vivienda y solo son asequible a unos pocos hipotecándose de por vida. Un paro galopante que está dejando a familias a los pies de la indigencia. Pensiones de hazmerreír.
Petróleo, gas, electricidad, servicios… ¡Todo una puta mierda!
¿Y que hacemos los ciudadanos?...¡¡¡NADA!!!...¿que si haces algo? ¡¡¡coño!!!... pues eso, te callas y te jodes ¿no?
Mal hecho. El mundo no conoce una época donde los ciudadanos hayamos sido tan sumisos como en esta época que vivimos. Nadie alza la voz, nadie sale a la calle nadie se agita.
El refranero Español es sabio. Siempre dispone de alguna cita o dicho que resume en unas pocas frases situaciones muy comunes.
Para esta situación bien podría valer este famoso y no menos certero refrán.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
La idea del refrán es que debemos aprender de los males que sufren los demás para no caer en los mismos errores y sufrir idénticas consecuencias.
Pero siendo este refrán bastante acertado existe una especie de poema de Martin Niemöller, un pastor luterano Alemán que fue encarcelado por Hitler.
El poema trata acerca de las consecuencias de no ofrecer resistencia a las tiranías en los primeros intentos de establecerse. Aunque fue escrito como consecuencia del Holocausto Nazi, bien podría ser aplicado a la época en que vivimos.
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
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