Durante toda la historia de la humanidad y durante toda la historia del reino animal (el reino animal es sabio y la historia aun perdura), la mujer ha estado sometida bajo los designios del hombre o del macho.
Desde el Homo sapiens hasta prácticamente los inicios del siglo XX (salvo contadas excepciones) la mujer no gozaba a penas de derechos ni libertades. Su papel en las grandes civilizaciones se limitaba a la procreación a cuidar y alimentar a su plebe y a satisfacer el deseo carnal del hombre.
Durante la época romana, la mujer debía estar siempre bajo la tutela del hombre, bien sea la de su padre o la de su marido. En ningún caso podía escoger a su futuro esposo ni mucho menos contraer matrimonio sin la aprobación del hombre de la familia.
En la época medieval tuvo algunas...llamémosle, concesiones, como fue la de poder escoger a su futuro esposo. ¡Peroooooo!, el señor feudal se reservaba el derecho de pernada, que consistía en tener relaciones con cualquier mujer casada con otro miembro de su feudo. La noche de bodas era reservada para esos santos señores que disponían a su entera disposición y por el espacio de tiempo que a el le apeteciere, del bien mas preciado de la doncella casadera, su virginidad.
Estas practica, para que engañarnos, un tanto, ¿como diría yo?... ¿algo machistas?... ¿no del todo ecuánimes?...¡bueno da igual!, tampoco es para tanto. Estas practicas fueron desapareciendo con los años, pero no fue hasta entrado el siglo XX (en algunas zonas de Europa como nuestra España hasta bien, bien entrado el siglo XX), cuando empezó a masticarse la debacle del hombre en la sociedad y la aparición de la figura femenina como alguien que no solo se limitaría a la procreación y al cuidado de sus cachorros y su hombre, sino como una cabeza pensante. Poder de decidir por si misma su futuro, su destino en incluso (que desfachatez) al hombre con quien compartiría alcoba.
Entrado ya en el siglo XXI aun quedan algunos reductos donde la mujer sigue anclada en la época medieval, llámese oriente medio o llámese ciertos países africanos (sus partidarios han intentado defender su hegemonía machista con uñas y dientes) y viendo sus propios gobiernos que no es una medida del todo popular, esos gobiernos han optado por conceder a la mujer los mismos derechos que al hombre. Tal es el caso de Malí, un pequeño país africano, donde su parlamento a aprobado una ley que reconoce los mismos derechos para las mujeres casadas que a los hombres.
La controvertida ley no ha sido del agrado de buena parte de la población (hombres y mujeres) que han salido a las calles de Bamako (su capital) para mostrar su repulsa ante dicha ley. E incluso la directora de la principal asociación para los derechos de las Malienses la buena Sra. Hadja Sapiato Dembele, donde en unas declaraciones a "Europa Press", aseguró que; sólo una minoría de las ciudadanas de este país africano, a las que calificó como "las intelectuales", estaba a favor de esta nueva ley, que también reconoce el derecho a recibir parte de la herencia a los niños concebidos en relaciones extramatrimoniales. (akí)
Si esta buena señora ha hecho estas declaraciones tendrá sus buenos motivos, nadie mejor que una mujer para conocer a otra mujer.
Quizás lo que esta buena señora pretenda es que la situación no se le escape de las manos y que los hombres de su país acaben como este pobre ciudadano chino que victima de la voracidad compulsión de su novia, ha acabado en tratamiento psiquiátrico y al borde de la locura________akí
Desde el Homo sapiens hasta prácticamente los inicios del siglo XX (salvo contadas excepciones) la mujer no gozaba a penas de derechos ni libertades. Su papel en las grandes civilizaciones se limitaba a la procreación a cuidar y alimentar a su plebe y a satisfacer el deseo carnal del hombre.
Durante la época romana, la mujer debía estar siempre bajo la tutela del hombre, bien sea la de su padre o la de su marido. En ningún caso podía escoger a su futuro esposo ni mucho menos contraer matrimonio sin la aprobación del hombre de la familia.
En la época medieval tuvo algunas...llamémosle, concesiones, como fue la de poder escoger a su futuro esposo. ¡Peroooooo!, el señor feudal se reservaba el derecho de pernada, que consistía en tener relaciones con cualquier mujer casada con otro miembro de su feudo. La noche de bodas era reservada para esos santos señores que disponían a su entera disposición y por el espacio de tiempo que a el le apeteciere, del bien mas preciado de la doncella casadera, su virginidad.
Estas practica, para que engañarnos, un tanto, ¿como diría yo?... ¿algo machistas?... ¿no del todo ecuánimes?...¡bueno da igual!, tampoco es para tanto. Estas practicas fueron desapareciendo con los años, pero no fue hasta entrado el siglo XX (en algunas zonas de Europa como nuestra España hasta bien, bien entrado el siglo XX), cuando empezó a masticarse la debacle del hombre en la sociedad y la aparición de la figura femenina como alguien que no solo se limitaría a la procreación y al cuidado de sus cachorros y su hombre, sino como una cabeza pensante. Poder de decidir por si misma su futuro, su destino en incluso (que desfachatez) al hombre con quien compartiría alcoba.
Entrado ya en el siglo XXI aun quedan algunos reductos donde la mujer sigue anclada en la época medieval, llámese oriente medio o llámese ciertos países africanos (sus partidarios han intentado defender su hegemonía machista con uñas y dientes) y viendo sus propios gobiernos que no es una medida del todo popular, esos gobiernos han optado por conceder a la mujer los mismos derechos que al hombre. Tal es el caso de Malí, un pequeño país africano, donde su parlamento a aprobado una ley que reconoce los mismos derechos para las mujeres casadas que a los hombres.
La controvertida ley no ha sido del agrado de buena parte de la población (hombres y mujeres) que han salido a las calles de Bamako (su capital) para mostrar su repulsa ante dicha ley. E incluso la directora de la principal asociación para los derechos de las Malienses la buena Sra. Hadja Sapiato Dembele, donde en unas declaraciones a "Europa Press", aseguró que; sólo una minoría de las ciudadanas de este país africano, a las que calificó como "las intelectuales", estaba a favor de esta nueva ley, que también reconoce el derecho a recibir parte de la herencia a los niños concebidos en relaciones extramatrimoniales. (akí)
Si esta buena señora ha hecho estas declaraciones tendrá sus buenos motivos, nadie mejor que una mujer para conocer a otra mujer.
Quizás lo que esta buena señora pretenda es que la situación no se le escape de las manos y que los hombres de su país acaben como este pobre ciudadano chino que victima de la voracidad compulsión de su novia, ha acabado en tratamiento psiquiátrico y al borde de la locura________akí
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