domingo, 2 de agosto de 2009

¡Jo tias!, tampoco somos tan complicadas, ¿no?


Pocas cosas hay mas satisfactorias para un hombre que dejar plenamente satisfecha a su pareja cuando se tienen relaciones sexuales.

Esos instantes después de haber tenido sexo con ella y ver como sus mejillas se tornan de un sonrosado luminoso, como sus labios humedecidos por la lujuria se relamen mientras pronuncian tu nombre entremezclado con balbuceos incoherentes de sumisión, ese momento, te hace saborear el sabor a, a…¡victoria!

Tu ego se siente saciado, tu pecho se hincha. Te tumbas boca arriba, miras al techo y una mueca de sonrisa se te dibuja en la comisura de los labios. Exhalas el humo de tu cigarrillo mientras observas como yace a tu lado alguien que unos instantes atrás era un torbellino de gemidos y convulsiones, ahora convertida en un lánguido trapo que tardará varias horas en recuperar su aliento

Ya sé, ya sé. En el caso de que eso no ocurriese tampoco nos vamos a fustigar ni dejar de pensar en nuestro propio placer, ¿no?...quiero decir que tampoco dejaríamos almacenada en nuestros “webos” esa cantidad ingente de testosterona, ni dejaríamos de fumar nuestro cigarrillo de rigor. ¡Y esa cabezadita! que, ¿ehh? Si los resultados no fueron los mas óptimos para ella, lo sentimos, bien sabe dios que pusimos todo nuestro empeño.

De todos es bien sabido que el mecanismo sexual que desata la libido de una mujer, no depende del buen hacer del hombre, ni de su depurada técnica, ni tan siquiera de el tamaño de su polla. El mecanismo sexual de una mujer depende de cosas como que en el momento justo del acto en sí, se alineen los nueve planetas, las doce constelaciones con sus correspondientes ascendentes, que sus niveles de estrógenos se hallen en la cima más alta del pico de sierra mensual y que haya encontrado ese día el número de esos zapatos que tanto anhelaba.

También existen algunos dispositivos no humanos para aumentar la libido de la mujer, los sex-shops están llenos de ellos, pero uno de los mas efectivos es una buena visa oro con su banda magnética en perfecto estado de revista.

Afortunadamente hay mentes que conocen nuestra problemática., mentes que se apiadan de los sinsabores de la población masculina, mentes que se preocupan para que nuestro ego se mantenga vivo, mentes que saben que necesitamos sentir esa sensación y ese olor a, a… ¡victoria!

Ese es el caso de los chicos de Durex. Cansados de presenciar como los abnegados hombres se esfuerzan por satisfacer plenamente a sus parejas y no obtener respuesta alguna. Cansados de ver como la autoestima varonil se desvanece lentamente por culpa de la inoperante idiosincrasia del colectivo femenino, Durex ha puesto en el mercado la solución a nuestras plegarias.

Durex Play O, se llama nuestro aliado.

Se trata de un gel compuesto a bases de aceites de menta, poleo y limón entre otros ingredientes. Garantizan una duración entre 5 y 20 minutos (suponiendo que solo sean 5, nos sobran 3). El producto se aplica con unos ligeros masajes sobre el clítoris y los labios vaginales de la Srta. en cuestión y Durex Play O, te la deja preparada para que tú, mi sufridor amigo, solo tengas que dar el tiro de gracia.

Confiemos encarecidamente que no se trate de otro producto fruto de la publicidad engañosa, hemos puesto demasiadas esperanzas en este gel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

capullo eres tio, jajajaja, no seras tu que no sabes como tratar a una chica?
Me parece que te has equivocado de persona, los que se quedan tirados como un trapo sin recobrar el aliento ya sabes quienes sois. no vayas de machito fanfarron.
el sabor a VICTORIA jajajajja, un beso fantasma

Anónimo dijo...

Lo que nos faltaba chicas, ahora hay que confiar en que un gel se curre unos buenos preliminares y esperar que ellos culminen con su definitivo "tiro de gracia"...jejeje ¡¡HOMBRESSSSSS!!