A veces nada es lo que parece.
Nuestra mente es engañada en multitud de ocasiones sin tan siquiera sospechar que detrás de una instantánea o unas cuantas secuencias, hay una ardua y larga tarea de preparación para llevar a nuestras retinas lo que queremos ver, lo que nos hace soñar.
¿Quién habrá tomado esa foto?, ¿habrá sido un amante que discreta y sigilosamente habrá capturado ese instante?, ¿habrá sido tomada tras una excitante y lujuriosa velada sexual?...a veces nos asaltan dudas que hace que se magnifique mas la fotografía.
Varias de esas preguntas me las he hecho admirando la fotografía que ilustra este post.
Quizás era uno de los objetivos de su creador, dejar que nuestra imaginación nos lleve allí donde queremos, dejar abierta un sinfín de posibilidades, dejar que el subconsciente nos transporte.
Si vemos una película pornográfica, a pocos les importa que el galán que va a entrar en escena se la haya estado cascando como un poseso entre bastidores para poner su polla firme y enhiesta, mientras su partenaire le espera leyendo el pronto con una bata de boaitné.
Tampoco seria del agrado de la mayoría ver a la protagonista de la película como se mete 200 lavativas por el culo para dejar sus intestinos limpios como una patena para rodar las escenas de sexo anal. Ni como le depilan con las pinzas de las cejas los pelos del ojete.
Sin duda restaría encanto al resultado final del film.
Hay cosas que jamás deberían ser descubiertas. Ocurre como con los trucos de magia, como los reyes magos de los niños. Una vez que los sabes, pierden su encanto y su misterio.
Pero sí aún así, eres una de esas personas que tu curiosidad no conoce limites y te da igual el antes de que el fotógrafo hizo clic en el disparador de su cámara, te invito a que veas el making off de la fotografía, de la hermosa fotografía, de la sensual y excitante fotografía que ilustra la entrada de este post.
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Nuestra mente es engañada en multitud de ocasiones sin tan siquiera sospechar que detrás de una instantánea o unas cuantas secuencias, hay una ardua y larga tarea de preparación para llevar a nuestras retinas lo que queremos ver, lo que nos hace soñar.
¿Quién habrá tomado esa foto?, ¿habrá sido un amante que discreta y sigilosamente habrá capturado ese instante?, ¿habrá sido tomada tras una excitante y lujuriosa velada sexual?...a veces nos asaltan dudas que hace que se magnifique mas la fotografía.
Varias de esas preguntas me las he hecho admirando la fotografía que ilustra este post.
Quizás era uno de los objetivos de su creador, dejar que nuestra imaginación nos lleve allí donde queremos, dejar abierta un sinfín de posibilidades, dejar que el subconsciente nos transporte.
Si vemos una película pornográfica, a pocos les importa que el galán que va a entrar en escena se la haya estado cascando como un poseso entre bastidores para poner su polla firme y enhiesta, mientras su partenaire le espera leyendo el pronto con una bata de boaitné.
Tampoco seria del agrado de la mayoría ver a la protagonista de la película como se mete 200 lavativas por el culo para dejar sus intestinos limpios como una patena para rodar las escenas de sexo anal. Ni como le depilan con las pinzas de las cejas los pelos del ojete.
Sin duda restaría encanto al resultado final del film.
Hay cosas que jamás deberían ser descubiertas. Ocurre como con los trucos de magia, como los reyes magos de los niños. Una vez que los sabes, pierden su encanto y su misterio.
Pero sí aún así, eres una de esas personas que tu curiosidad no conoce limites y te da igual el antes de que el fotógrafo hizo clic en el disparador de su cámara, te invito a que veas el making off de la fotografía, de la hermosa fotografía, de la sensual y excitante fotografía que ilustra la entrada de este post.
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1 comentarios:
jajaja buenisimoooooo, se le saltan hasta las pincitas de la risa.
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