Tengo una amiga que tiene una amiga.
La amiga de mi amiga se casa.
Una de esas bodas informales por lo civil, una de esas bodas cuyo único objetivo es la de formalizar su situación, a efectos burocráticos.
La pareja tampoco disponen de mucho efectivo por lo que de esa forma evitan gastos innecesarios en la parafernalia de una boda eclesiástica y tradicional.
La boda aunque de mero tramite ha hecho reflexionar a la amiga de mi amiga.
Piensa, que aunque sea una cosa informal, no van a ir de cualquier manera a los juzgados a casarse. Por lo cual se compraran unos atuendos un poquito, una pizquita de nada un pelín más suntuosos que los que usan a diario. Poca cosa. 360 €, ella, 300 €, el, 150 € la niña, 75 € el bebé (1 año tiene).
Nada de convite, nada de ágapes extraordinarios, un pequeño “piscolabis” en el bar del barrio. Un par de botellitas de cava y una tartita sin pretensiones, para los niños más que nada.
Los invitados iban a ser en principio, los dos testigos, los padres de ambos novios, un par de amigos íntimos por pareja y una tía de ella que es como su segunda madre.
La amiga de mi amiga hizo un pequeño ejercicio de reflexión; -si invito a mi tía Dolores, mi tía Carolina seguramente no le sentará bien, porque ella nos invitó a la boda de mi prima Cristina y no escamoteó detalle alguno para con nosotros.-
Esa misma reflexión la trasladó a los familiares de ambos, a los amigos de ambos y a los padres de ambos. A día de hoy (la boda es dentro de doce días) ya suman 52 invitados. El bar del barrio se ha quedado pequeño.
La amiga de mi amiga alardea de considerarse una chica poco convencional y nada tradicionalista, de ahí que llevará unos 10 años viviendo con su novio de toda la vida, sea madre de dos hijos suyos y nunca tuvo el sueño de entrar en un altar del brazo de su padre al son de la marcha nupcial de Wagner, -¡pero!…joder, a mi marido todos sus amigos le han invitado a sus despedidas de solteros, las novias de sus amigos me han invitado a mi, ¿como vamos a tener nosotros la cara de no invitarles a la nuestra?...-¡mira cari!, total, va a ser una vez en la vida, hagamos despedida de solteros, tu te vas con los chicos y yo me iré con las chicas, poca cosa, una cenita Light y una copita.
La amiga de mi amiga, ni tan siquiera sospecha que las chicas del trabajo ya están haciendo fotocopias con su cara y la frase; “Se casa, si la encuentras a tú paso felicítala dale 10 besos y 4 tirones de orejas”. Piensan empapelar los aledaños donde vive y la zona del trabajo… ¿…?.
También han alquilado una limousine, han comprado dos docenas de diademas con dos pollas a modo de antenas y han contratado a un Boy que aparecerá de sopetón en el restaurante enfundado en su minúsculo tanga de leopardo y la pajarita de rigor.
La amiga de mi amiga y su novio han tenido que pedir un crédito personal por valor de 7000 €.
La amiga de mi amiga, aun sigue pensando que ella es especial, que ella nunca se deja llevar por las corrientes costumbristas y horteras que impone la sociedad actual.
La amiga de mi amiga seguramente no sabe que acabará borracha como una cuba, con su diadema de pollas en la cabeza y tocándole el culo al Boy que bailará con lujuriosos movimientos pélvicos sobre ella al ritmo de; la cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar...
La amiga de mi amiga se casa.
Una de esas bodas informales por lo civil, una de esas bodas cuyo único objetivo es la de formalizar su situación, a efectos burocráticos.
La pareja tampoco disponen de mucho efectivo por lo que de esa forma evitan gastos innecesarios en la parafernalia de una boda eclesiástica y tradicional.
La boda aunque de mero tramite ha hecho reflexionar a la amiga de mi amiga.
Piensa, que aunque sea una cosa informal, no van a ir de cualquier manera a los juzgados a casarse. Por lo cual se compraran unos atuendos un poquito, una pizquita de nada un pelín más suntuosos que los que usan a diario. Poca cosa. 360 €, ella, 300 €, el, 150 € la niña, 75 € el bebé (1 año tiene).
Nada de convite, nada de ágapes extraordinarios, un pequeño “piscolabis” en el bar del barrio. Un par de botellitas de cava y una tartita sin pretensiones, para los niños más que nada.
Los invitados iban a ser en principio, los dos testigos, los padres de ambos novios, un par de amigos íntimos por pareja y una tía de ella que es como su segunda madre.
La amiga de mi amiga hizo un pequeño ejercicio de reflexión; -si invito a mi tía Dolores, mi tía Carolina seguramente no le sentará bien, porque ella nos invitó a la boda de mi prima Cristina y no escamoteó detalle alguno para con nosotros.-
Esa misma reflexión la trasladó a los familiares de ambos, a los amigos de ambos y a los padres de ambos. A día de hoy (la boda es dentro de doce días) ya suman 52 invitados. El bar del barrio se ha quedado pequeño.
La amiga de mi amiga alardea de considerarse una chica poco convencional y nada tradicionalista, de ahí que llevará unos 10 años viviendo con su novio de toda la vida, sea madre de dos hijos suyos y nunca tuvo el sueño de entrar en un altar del brazo de su padre al son de la marcha nupcial de Wagner, -¡pero!…joder, a mi marido todos sus amigos le han invitado a sus despedidas de solteros, las novias de sus amigos me han invitado a mi, ¿como vamos a tener nosotros la cara de no invitarles a la nuestra?...-¡mira cari!, total, va a ser una vez en la vida, hagamos despedida de solteros, tu te vas con los chicos y yo me iré con las chicas, poca cosa, una cenita Light y una copita.
La amiga de mi amiga, ni tan siquiera sospecha que las chicas del trabajo ya están haciendo fotocopias con su cara y la frase; “Se casa, si la encuentras a tú paso felicítala dale 10 besos y 4 tirones de orejas”. Piensan empapelar los aledaños donde vive y la zona del trabajo… ¿…?.
También han alquilado una limousine, han comprado dos docenas de diademas con dos pollas a modo de antenas y han contratado a un Boy que aparecerá de sopetón en el restaurante enfundado en su minúsculo tanga de leopardo y la pajarita de rigor.
La amiga de mi amiga y su novio han tenido que pedir un crédito personal por valor de 7000 €.
La amiga de mi amiga, aun sigue pensando que ella es especial, que ella nunca se deja llevar por las corrientes costumbristas y horteras que impone la sociedad actual.
La amiga de mi amiga seguramente no sabe que acabará borracha como una cuba, con su diadema de pollas en la cabeza y tocándole el culo al Boy que bailará con lujuriosos movimientos pélvicos sobre ella al ritmo de; la cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar...
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