La encrucijada de la noticia

Ainssss!!, que dura es la vida de un Blogger, siempre en busca de la noticia, siempre pendiente que la puta inspiración le asalte a uno. Y claro como a uno, no le pasan noticias, no como a OTRAS, que al parecer tiene una flota completa de Reporters Tribuletes trabajando para ella, pues uno se ha de devanar la sesera y bucear en los tugurios mas pestilentes de la red. Y hoy me he dicho podría hablar de Ingrid Betancour que le han dado el premio príncipe de Asturias de la concordia o que el precio del crudo ha bajado desde hace muchos meses o que Francia ha legalizado los Vientres de alquiler o poner las Miss y los Misters del verano 2008, (que esto siempre tiene tirón) o que los nuevos Ipods tienen reminiscencias Gays en sus colores o incluso que hay iluminados que pretenden curar la homosexualidad, o que un joven gana un concurso a la hipoteca mas inhumana, incluso he estado a punto de hablar de unas mujeres de Turquia, que no van a follar con sus maridos hasta que les pongan una fuente con agua porque ¡ya esta bien! Tienen que ir a buscar agua a la quinta hostia y luego encima pretenderán mojar los maridos. Pues no me ha dado la gana, al final hablare de algo mucho más interesante que todo eso. Resulta que hay un individuo por ahí, Darren Taylor se llama la criatura aunque todos lo conocen por “Profesor Splash” que se dedica a batir record del mundo de salto de trampolín, pero no se tira a una piscina Olimpica y hace giros mortales con tirabuzón incluido, no, no, se tira a una piscina de esas que tienen los niños en las terrazas, una de esas piscinas que solo sirven para refrescarte el culo en verano, pero el Sr. Splash le saca un partido alucinante, se tira desde una altura de 11 metros, algo así como de un 4º o 5º piso, ¡se pega un planchón de la hostia en una piscina comprada en los chinos de un palmo y medio de agua!. Como consecuencia de eso, pues record del mundo que se adjudica el amigo, y haber quien es el guapo que se lo arrebata.
Ahí abajo tenéis el video( via fogonazos) pa que no digáis que miento.