Antes de que leas este articulo y saques alguna conclusión debido a la espectacularidad de los videos que a continuación veremos, diremos que los experimentos (o maltrato animal según otros), en favor de los “avances” de la ciencia o avances tecnológicos, siguen estando en vigor en nuestros días, ¿Sabías que tras el maquillaje del ojo hay miles de conejos ciegos? Animales víctimas de la prueba Draize, animales atacados "hasta las pestañas" y nunca mejor dicho, porque sus párpados están grapados o sujetos con pinzas metálicas mientras les inyectan peligrosas sustancias. El martirio se prolonga durante siete días. Después se mide el grado de enrojecimiento, hinchazón
o ulceración para conocer la toxicidad del producto y se evalúan los efectos que puede producir. Esto es un simple ejemplo de un producto común que se utiliza corrientemente en nuestros días, pero si indagáis lo mas mínimo descubriréis la enorme cantidad de animales que mueren anualmente victimas de los ensayos clínicos.
El doctor Vladimir Demikhov, (1915 - 1998), fue uno de los pioneros soviéticos de la cirugía moderna. Comenzó a experimentar con animales en la década de 1940, (en 1946 Demikhov reemplazo los aparatos circulatorio y respiratorio de un perro sin usar máquina alguna como soporte vital), llegando a su clímax en 1952, al lograr exitosamente transplantarle un corazón a un perro, adelantándose varios años al transplante del doctor Barnard. Con este hecho, se confirmó que dicha operación fue el mayor éxito médico soviético de todos los tiempos. Sin embargo, su experimento más destacado fue el transplante de cabeza que realizó en 1953. Demikhov, por increíble que parezca, logró insertar la cabeza, hombros y patas delanteras de un cachorro al cuerpo de un mastín adulto. Después de la operación, los médicos observaron como el perro anfitrión sufría incluso un rejuvenecimiento. También se llegó a observar a ambos perros salivar y tener sed al mismo tiempo, pero finalmente el animal murió varios días después del transplante. El video muestra un fragmento de la operación quirúrgica, y el perro con dos cabezas, bebiendo agua por ambas de ellas y paseando.
Pero si ya resulta increíble el experimento del mencionado doctor, más aún fueron los realizados por el doctor Sergei Bryukhonenko, también soviético. Dicho médico logró, en 1928, mantener con vida la cabeza amputada de un perro, utilizando una máquina que realizaba las funciones del corazón y los pulmones. Para probar que la cabeza del animal, que presentó encima de una mesa, vivía, Brukhonenko mostró como respondía a determinados estímulos. Golpeó la mesa con un martillo y la cabeza se estremeció; la enfocó con una linterna y parpadeó; incluso le dio de comer un trozo de queso que cayó al instante por el extremo seccionado del esófago. El escritor George Bernard Shaw dijo que se sintió tentado de cortarse la cabeza para librarse de los inconvenientes del cuerpo.
Una vez vistos estos videos la primera impresión que nos asalta, es la de comparar a estos científicos del siglo XX con el visionario Dr. Victor Frankenstein pero viendo por donde ha ido encaminada la ciencia mas bien parecen unos pioneros. Habría que preguntarle al Dr. Pedro Cavadas, un eminente cirujano Español en cirujia reconstructora, que ha hecho algunos transplantes faciales con rostros de cadáveres y algunos mas de miembros amputados, entre otros a 10 niños africanos cuyos penes fueron brutalmente amputados para cocer con ellos una pócima mágica que curaría el Sida. El fue el que reimplanto el brazo amputado a un paciente y por complicaciones de infección reimplanto el brazo a una ingle del paciente hasta esterilizar la zona infectada. Sras. y Sres. pasen y vean la función no ha hecho mas que comenzar.
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