Lejos quedan ya los tiempos en los que portar un tatuaje en el cuerpo era sinónimo de Marineros, (con sus anclas y sus mujeres ligeras de ropa), Legionarios, (con el tercio donde sirvieron y hasta la mismísima cabra), población reclusa, (con su ya mítico Amor de madre y su “Nasio pa sufrir”) o algún personaje del mundo Underground. Hoy es mas difícil encontrar un cuerpo libre de tatuajes, que uno que no lo adorne algún tipo de motivo significativo para el portador, lo que antes era un signo de personas atrevidas y transgresoras, hoy se ha convertido en algo muy cotidiano y los locales de “Tatus” y piercing florecen como champiñones en cada rincón de nuestras ciudades. Hoy en día es normal ver a hombres y mujeres de avanzada edad, luciendo tremendos tatuajes en sus cuerpos que no se hicieron en su día por el estigma social que ello conllevaba, y a niños que al cumplir los 12 años les piden a sus padres que le regalen un “tatu” para su cumple. Es por eso que en nuestro tiempo actual, para ser un autentico transgresor y que la gente se fije en los adornos que luces ilustrando tu piel, tienes que recurrir a otra serie de normas, como son el lugar donde te haces el “tatu”, el tamaño del mismo y el motivo que eliges para tatuarte; Ahora una simple rosa o un delfín (que antaño eran signos de modernidad y transgresores), se han convertido en “tatus” invisibles para el resto de los mortales, pasan inadvertidos, porque ya no nos llaman la atención, buscamos el mas difícil todavía, y si no échale un vistazo a esto
viernes, 23 de mayo de 2008
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1 comentarios:
Buenisimo el articulo, estoy pensandome en tatuarme la catedral de burgos en la espalda pero me piden una pasta por eso jajajajajja
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