
Tal día como hoy, hace 98 años, nació en Orihuela el poeta Miguel Hernández, pero a pesar de las numerosas promesas de restauración, por parte de la administración, su casa natal continúa en un lamentable estado de deterioro y abandono.
La desvencijada casa parece como olvidada en el tiempo, si no fuera por la oxidada placa conmemorativa que índica que allí nació el poeta, nadie se fijaría en ella, lo que en cierto modo seria más coherente debido al vergonzoso estado en que se encuentra.
El pequeño inmueble, de 66 m. de planta y una escasa fachada que da a la calle, donde el poeta vivio sus primeros años tiene “un gran valor sentimental, pero sin mucho valor arquitectónico”, según la Fundación Cultural Miguel Hernández.

El abandono de la casa representa una gran perdida cultural causada por la desidia, dejadez e inoperancia tanto de las instituciones municipales como de las autonómicas.
Algo que resulta imperdonable en una ciudad como Orihuela que cuenta con un patrimonio cultural de notable importancia, donde su casco histórico está declarado conjunto histórico-artístico y monumental, con multitud de monumentos declarados Bienes de Interés Cultural.
Durante los últimos años han sido muchas las críticas que han recibido los responsables comprometidos en su rehabilitación, pero por motivos incomprensibles y pese a los reiterados actos donde se han anunciado propuestas para su acondicionamiento y las intenciones de fundaciones y otras instituciones, no llega el día en que se lleve a cabo el proyecto.
Según el Ayuntamiento de Orihuela han existido discrepancias con los criterios que la Fundación tenía respecto a la casa natal del poeta, pues estos no la consideraban importante como para sumarla a los otros espacios de Miguel Hernández, pese a ello el Ayuntamiento adquirió la casa y la brindó para que formara parte de los efectivos de la Fundación.
Una vez de acuerdo las distintas instituciones y tras seleccionar en el año 2006, entre 16 propuestas, un proyecto para convertir la casa en centro audiovisual, el proceso se encuentra en espera de adjudicar las obras a una empresa.
Esperemos que no lo pospongan por mucho más tiempo, aunque es previsible que no se moverá una piedra hasta que no se cumpla el centenario del nacimiento del poeta, momento que sería muy “políticamente oportuno”.