sábado, 24 de julio de 2010

¡Vaya con la baya!



El marketing y la publicidad lo puede todo.

Y si a eso le añadimos el boca a boca y la sinergia producida por unos cuantos iluminados que, propagan las bondades del producto como si cobrasen comisión, entonces amigo mió, que no te quepa la menor polla en el culo duda que ese producto tarde o temprano acabará en la despensa de tu cocina o acumulando polvo en algún rincón de tu trastero.

Coge una plasta de vaca reseca que encuentres en un prado, contrata a una buena empresa de publicidad y marketing y te convertirá ese excremento en un potente revitalízante que reforzará tu sistema inmunológico, tendrás potentes erecciones de larga duración y te prevendrá contra la osteoporosis el cáncer de próstata y la malaria y si eres de los 500 primeros en hacer tu pedido te regalaran el Jes Extender.

Desde hace poco mas de un año, eran una minoría quien conocía las bayas de Goji y sus propiedades, al parecer un autentico sinfín de excelencias.

De repente sus virtudes empezaron a propagarse como una gran pandemia y actualmente, es difícil encontrar alguien (al menos en España) que no haya oído hablar de las bayas de Goji.

Nosotros, me refiero a los que no andamos muy "sobraos" de salud y las visitas trimestrales a nuestro matasanos son de obligado cumplimiento, somos una de las poblaciones que todos estos productos milagro, encuentran una importante clientela.

Hace unos meses atrás, yo mismo fui consumidor (mal consumidor y receloso consumidor) de estas bayas.

¡Toma! te he traído esto, me dijeron a la vez que dejaban una bolsa en mi mesa llena de una especie de cagarrutas rojas de conejo arrugadas.

-¿Eso que coño es?

-¿no lo sabes?

-Pues no, no lo sé.

-Pues esto lo cultivan los monjes tibetanos y lo consumen desde siempre. ¿tú no has visto lo sanos que están esa gente?

-¡Joder! pues ahora que lo dices, si. Pero, ¿eso para que sirve?

-¿Para que sirve?, querrás decir para que, no sirve, ¿no?

-Estas bayas, van bien para el riñón, para el hígado, para la próstata, para el corazón, sistema inmunitario, para la regla, menopausia, para la tensión arterial, para la memoria...ufff, ¡una pasada! Además, tiene propiedades nutritivas como; vitaminas A, B, B1, B6, tiene calcio, magnesio, zinc, hierro, fibra, carbohidratos, proteínas...te comes 20 bayas de estas y es como si te bombardearan con una mini bomba de racimo cargada de miles de minis agentes encargados de aportar beneficios a tu organismo.

-¡La hostia! con las putas bayas.

-Y cuanto vale esa bolsita (100grms. aprox.)

-Barato.

-¿Barato? barato, ¿cuanto es?

-4 € me han costado.

-¡¡¡cuatro euros!!! Joder, pues no son tan baratas, ¿no?

-¿Que no te parecen baratas estas bayas?...es que tu mierda de salud ¿no vale 4 €?

-Bueno, pues pensado así, la verdad es que tienes tu parte de razón, además si eso casi me vale un paquete de tabaco y encima me quita la salud. Comeremos bayas, pues.

Las bayas realmente tienen un sabor un tanto especial, entre amargas y dulces, entre acidas y ásperas y la textura se asemeja a la de una uva pasa pero mas seca. Cuando habías terminado de masticar la dosis (20 bayas aprox.) tenias que meterte la uña a conciencia para despegarte la masa que se te adhería a los empastes de las muelas. A veces había alguna que estaba en mal estado. La pulpa se había resecado como consecuencia del ataque de algún insecto o simplemente se había podrido y tenían un sabor muy desagradable. Esas eran escupidas, junto con las sanas en una servilleta o directamente al WC.

Nunca llegué a terminarme esa bolsa.

Encima te avisaban efusivamente, que si no las tomabas cada día, era como si no tomaras nada. ¡¡¡Vaya con la baya!!!

Bien, pues después de proclamar medio mundo las bondades de esas bayas, después de colapsar y acabar con los stocks que almacenaban China, El Tibet y toda la puta cordillera del Himalaya, hace unos meses saltaba a los medios de comunicación la noticia, de que diferentes estudios habían llegado a la conclusión de que las propiedades que aportan esas bayas, no van mas allá de las que te pueden aportar una pieza de fruta diaria, o una hortaliza o cualquier tipo de verdura de las que normalmente consumimos en nuestra dieta mediterránea. Eso si, una naranja no te aporta ese efecto placebo ni ese estatus de modernidad que te aportaban las bayas de Goji.

Pero aun hay más.

Ayer volvía a saltar otra noticia relacionada con la famosa baya. Esta vez la cosa era mas seria.

Resulta que La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha analizado diez muestras de estas bayas, tomadas en diferentes puntos de venta de ciudades de Madrid y Barcelona. De todas las bayas analizadas, todas, todas, incumplen los requisitos para su comercialización. Entre otras cosas se han encontrado; gran cantidad de pesticidas (la mayoría prohibidos en Europa) y una buena cantidad de metales pesados como el cadmio, cobre, mercurio o plomo.

Total, que la OCU ha pedido al Ministerio de Sanidad que retire las bayas de Goji del mercado y que ejerza un mayor control sobre estos productos.

Así que fijaos que plan. Hemos pasado de tener en nuestras manos un producto que iba a acabar con todos nuestros males y a conservarnos como esos longevos monjes tibetanos, a tener un autentico polvorín en forma de cagarrutas rojas de conejo arrugadas y todo por el módico precio de 25 a 30 euros el kilo.

4 comentarios:

ninfasecreta dijo...

Estas cosas me recuerdan a los tiempos en que mi padre (que padecía del corazón) suspiraba por una sardina que el médico le había prohibido terminantemente. El pescado azul era malíiiiisimo para el corazón. Hasta que, un buen día, resulta que era al revés. Que lo mejor del mundo mundial. Mi pobre padre ya se había muerto cuando llegó el notición. Manda carallo...

También deploro esa moda de decir que esto o aquello produce cáncer. Si no tienen ni puñetera idea de dónde procede el cáncer para qué nos dan la brasa diciendo que el Kas de naranja nos va a matar?

No sabemos todos que la vida es una enfermedad mortal porque, al final, todos, absolutamente todos... nos morimos?

Pues eso. Menos bayas e máis traballar xD!!

Anónimo dijo...

Puras modas y pueros rebaños de ovejas que nos dejamos llevar por las corrientes de turno.
Las bayas esas ademas de caras, son de origen mediterraneo y en Almeria y por esas zonas las usan para separar las lines de las parcelas porque son muy espinosas y hacen que la gente no los traspase.
Ni las cabras se comen esas bayas.
Estoy de acuerdo contigo ninfa lo que hoy es perjucial mañana es beneficioso.
Lo mejor es olvidarnos de todos estos consejos y hacer caso de nuestro organismo.
Las bayas estan para saltarselas y colarse en los conciertos.

Anónimo dijo...

Que risa, leyendo tu post sobre lo de las bayas de "Goji".
No se merecen ni la G mayúscula, pero me gusta la correción escrita.
Evidentemente, no podía ser de otra manera, yo también caí, y compré bayas de Goji.
Tomaba más de 20, quizá 25 ó 30, PSA (por si acaso), no queria quedarme corta, siempre he sido proclive a la "overdose" y actualmente generosa con los consumos nutricionales que garantizan mejoras para la salud.
Proclamé sus bondades y propiedades, a tod@s mis amistades repartía e invitaba a bayas cual comisionista de sus crematisticos ingresos.
Un engaño más, una nueva trampa, para las personas que nos apuntamos a todo por la salud.
Los exabruptos hacia l@s oportunistas de las bayas, me los ahorro.
Lo que no quiero es guardarme la expresión de gratitud hacia tí, Yuno, por la risa de la que he disfrutado al leer este post.
Un saludo:
Anonima que se lo pasa bien leyendo nosolovih.

Anónimo dijo...

ahhhh,que se yoooo,es la unica planta en todo el mundo que tiene estas propiedades,x esos son costosas,y geniales hoy en dia esstan 130p argentinos los 100g,y si son geniales,cosa que ningun medicamento dado por un doctor,oh nutricionista te lo a decir,solo por un simple motivo se les acaba el curro a todos estos mierdas de medicos que para sin dudar son peores que los politicos,y si sirven,x algo estan ace muchisimos años antes que nosotros,trampas hacen los medicos y politicos,no las bayas de coji,que es un fruto natura