La verdad es que tienen razón.
Cuando la tienen, la tienen y no me duele en prenda reconocerlo. Sí, tiene que doler...ufff
La entrada del nuevo milenio, no nos trajo tanta revolución ni industrial, ni social y mucho menos moral. Todo ha evolucionado pero lentamente. No conducimos por autopistas aéreas ni vestimos ropa inteligente. Aquí estoy yo, con mis viejos vaqueros de siempre, mis raídas camisetas de siempre y mis apestosas zapatillas de siempre, eso si, con un revolucionario sistemas antitorsión y unas burbujitas de aire llamadas; "Air chof chof Tecnologic".
Pero la entrada del nuevo milenio si nos trajo algunos cambios significativos en la estética corporal de hombres y mujeres.
Los cánones de belleza cambian con los tiempos, y si bien hace unas décadas atrás, el canon masculino era el de un hombre tosco y de barba afeitada, sin amaneramientos en sus gestos y con pelo en pecho, ahora el perfil que enloquece y hace que se les caigan las bragas a plomo a las señoritas de hoy, son ese tipo de chico de fisico andrógino que va dejando un reguero de aceite allá por donde pisa, totalmente depilado y barba de 1 semana.
Así están las cosas amigos.
El canon de ellas también ha cambiado. Si Leonardo y Miguel Ángel levantaran la cabeza...seguramente cogerían un embudo de engordar los hígados de las ocas, se lo introducirían por sus gaznates hasta hacerles ganar 20 o 30 kilos. (aprox.)
Pero hay una zona femenina que su evolución ha ido en constante progresión, donde su máxima por excelencia es; "Menos es más". Nos referimos a la zona púbico/genital.
Si amigos, si. Hoy en día es difícil que tras una buena y ardua sesión de cunnilingus, te recuestes en tu almohada a fumar un cigarrillo y juguetees con algún pelo púbico que se te ha quedado incrustado entre los dientes o bien alojado en el fondo del paladar. Tenía su encanto para que engañarnos.
Ahora se impone la moda de la depilación Brasileña, donde algunas optan por un sexo totalmente ausente de pelo, dejando la piel totalmente desprotegida ante ataques externos. Otras optan por diminutos regueros de pelitos rasurados formando curiosas formas y aderezándolos con toques de color.
Muchas veces me he preguntado, como podían despoblar las señoritas semejante zona tan delicada y con tanto recoveco.
Hace unos días tropecé con el video que ilustra este post. Lo mire con la misma atención y desconocimiento como si fuera un documental del National Geographic. No daba crédito.
Imaginaba que dicha depilación seria dolorosa. He leído por ahí que incluso muchas chicas optan por adormecer la zona con cremas o algún tipo de anestésico local, pero visto lo visto, si un servidor tuviera que hacerse eso en los cojones y el ojete, no aceptaría a menos que me durmieran con la epidural.
¡¡Joder!! malditos egoístas pichasflojas, espero que la próxima vez que os encontréis ante una chica que haya tenido los santos ovarios de pasar por semejante suplicio, no la dejéis insatisfecha. Si os dicen que estéis toda la puta noche amorrados a ese desforestado sendero, no escamoteéis ni el más mínimo aliento para recompensar a su propietaria.
Esto seria el antes y esto el después. Para gustos...
Del cancionero popular Spanish.
Estábase la moza
de espaldas en el lecho,
las piernas abiertas
y mirando al techo;
dice con despecho:
¡Agua, dadle agua,
que el fuego está en la fragua!
De rato a ratillo
toda se brincaba;
con gesto amarillo
de dolor, sudaba;
con pasión llamaba:
¡Agua, dadle agua,
que el fuego está en la fragua!
Hácese pedazos,
toda se desuella;
quería los brazos
meter por la mella,
dando esta querella:
¡Agua, dadle agua,
que el fuego está en la fragua!
Como estaba así,
pensó que soñaba;
cuando tornó en sí
sintió que meaba
y de presto llama:
¡Agua, dadle agua,
que el fuego está en la fragua!.
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