jueves, 4 de febrero de 2010

"Sin armas, sin odio, sin violencia"

No sé por qué, si le roban a una ancianita su monedero con unas miserables monedas que lleva para la compra, nos da rabia. Pero si le roban a un banco su caja fuerte, sentimos simpatía por los ladrones.
Sin embargo el acto de robar es el mismo ¿?


La cámara acorazada del banco, "Société Générale Banque"  de Niza, era considerada  como una fortaleza inexpugnable. Las paredes de su bóveda tenían un grosor de más de  30 cms de hormigón armado y  su puerta 20 toneladas de acero.

El banco alardeaba de la extrema seguridad de su bunker. Creían que era imposible  acceder y violar su interior, hasta tal punto que los expertos descartaron la posibilidad  de instalar ningún sistema electrónico de alarma.

Craso error.

Spaggiari y su banda " las ratas de alcantarillas", se propusieron desafiarla.





Albert Spaggiari, nacido en Laragne-Montéglin, una localidad de los Alpes de la  Provenza francesa.

Se dice de él que desde bien joven estaba al margen de la ley y que su primer robo  con pedigrí fue un diamante para regalárselo a una novia de la época.

Posteriormente se alistó a la legión extranjera francesa (posiblemente para huir de la  justicia) y luchó como paracaidista en la guerra de Indochina.

Desde 1830, hasta 1962, Argelia era una colonia francesa y sus habitantes se  rebelaron contra los franceses en la llamada " Guerra de Independencia de Argelia", La  guerra se llevó a cabo en forma de lucha de guerrillas en enfrentamientos contra el  ejército francés.

Al margen del ejército francés, surgieron organizaciones clandestinas y  antidescolonizadoras como la OAS (Organización del Ejército Secreto) que eran  financiadas por militares y políticos los cuales eran contrarios a la política de su  presidente Charles de Gaulle.

Albert Spaggiari, fue mercenario a sueldo de la OAS.

Spaggiari fue condenado a varios años de prisión por sus actividades en la OAS.  Durante su reclusión, Spaggiari escribió su primer libro autobiográfico Faut pas rire  avec les barbares ("Uno no necesita reír con los bárbaros").

En 1976, Spaggiari apartado de las guerrillas políticas y convertido en propietario de  un estudio de fotografía, se percató cierto día de que una de las cloacas de la calle,  pasaba cerca de la cámara acorazada del banco Société Générale de Niza.

Comenzó a trazar un plan para entrar en ella.

Para comprobar la posible existencia de aparatos de detección sísmica o acústica, alquiló una caja en la cámara y colocó en ella un sonoro despertador, configurando su alarma para que sonase por la noche.

Ninguna alarma se disparó.

Spaggiari decidió que entraría en la cámara acorazada del banco a través de las  alcantarillas cavando un túnel que lo llevaría hasta el interior de la cámara.

Spaggliari, reunió a una banda (más tarde conocida como las Ratas de  alcantarilla) de 7 hombres, todos ellos muy cualificados, antiguos OAS y otros amigos del mundo del hampa.

De todos los integrantes, ninguno era experto en túneles. El único experto en túneles  que conocía estaba entre rejas en una cárcel de Marsella. Spaggiari no se amilanó y a  cambio de parte del botín consiguió que la mafia marsellesa lo sacara de prisión.

Ya estamos todos.

Bajo una disciplina férrea, nada de alcohol, horarios de trabajo y sueño perfectamente  reglamentados, pasaron más de 2 meses (9 semanas) sumergidos, literalmente, entre  ratas y mierda. Avanzaban a un ritmo de 15 cms diarios. El resultado: un túnel de  ocho metros que llegaba hasta el objetivo.

El 16 de julio de 1976, durante un largo fin de semana debido a la festividad por el  Día de la Bastilla, la banda de Spaggiari logró entrar en la cámara. Abrieron 400 cajas  de seguridad. Cogieron todos los objetos propios de clientes adinerados y dejaron  intactos los que parecían ahorros de gente trabajadora. Se estima que robaron unos 60  millones de francos entre efectivo, joyas, bonos al portador y bienes.

También encontraron algunas fotos de desnudos de personajes famosos, con las que  Spaggiari empapeló las paredes para que todo el mundo al entrar en la cámara pudiera  verlas.

Pero la fiesta no terminó ahí, ya que celebraron un banquete dentro de la cámara  del banco. En el suelo, el contenido rechazado se alternaba con los restos de la  celebración del golpe. Botellas de vino vacías, cortezas de queso, latas de paté etc... Se estima que estuvieron dentro casi un día entero
A las cinco de la madrugada del lunes abandonaron el banco, aunque antes Spaggiari  escribió con spray en las paredes un mensaje: Sans armes, sans heine, sans violence  "Sin armas, sin odio, sin violencia".

La policía francesa emprendió la cacería más exhaustiva de esa época, presionada por el  escándalo de un robo que conmocionó a Francia, aunque más bien habría que decir que  Francia se alegró, porqué la habilidad de los ladrones creó una corriente de  simpatía entre la opinión pública.

Finalmente dieron con dos de los integrantes de la banda, quienes delataron al resto. Sin embargo, el arresto de Spaggiari no hubiera sido posible sin la ayuda de su novia, una mujer demasiado celosa que puso a la policía sobre su pista ya que quería saber a dónde iba su novio por las noches. 

Ya detenido, Spaggiari pidió entrevistarse con el juez que seguía su caso.

Fue llevado al juzgado custodiado por la policía y una vez en el despacho, sacó de su  bolsillo unos planos de la red de alcantarillado y comenzó a narrarle al juez con todo  lujo de detalles cómo había cometido el robo. El juez estaba boquiabierto.

Sin embargo, cuando Spaggiari se dirigía a sentarse en su asiento, se precipitó por la  ventana del despacho del juez saltando por ella. Cayó sobre el capó de un coche al que le provocó un bollo de grandes dimensiones y, rápidamente se montó en una moto con un conductor que estaba esperándole para huir.

Mientras lo hacían, Spaggiari le hizo un corte de manga al juez, que atónito, le miraba desde la ventana.

Nunca más se volvió a saber de él. Unos meses después de la fuga, el dueño del coche abollado, recibió un giro postal de 700 dólares por los daños ocasionados. Jamás supo quien se los había enviado.

A partir de ese momento, la sombra de Spaggiari se difumina. Comienzan las especulaciones. Se le sitúa en Argentina, sometido a una operación de cirugía plástica para pasar desapercibido. Pero nada es seguro. En 1979 firmó un pacto de confidencialidad con una famosa editorial, y publica su libro autobiográfico “El gran robo de Niza” donde cuenta su hazaña con todo lujo de detalles y una buena dosis de sarcasmo. En el también asegura que nunca disfrutó de su parte del botín ya que fue donado “a la gente oprimida de Yugoslavia, Italia y Portugal…” alimentando más su propio mito.

El 10 de junio de 1989 su cadáver apareció depositado frente a la casa de su anciana madre para que pudiera enterrarlo. Sólo se sabe que había fallecido a causa de un cáncer en el Piamonte italiano. Las versiones discrepan: para unos, su propia esposa fue quien lo trasladó, para otros, sus antiguos camaradas.

Albert Spaggiari nunca fue capturado vivo.

Datos extraídos de la wikipedia

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lidera con inteligencia, lidera con éxito y disfrutaras de un trabajo bien hecho.
Interesante!!!

Anónimo dijo...

Jooooooder ke tío, ke Crack !!! Un Robin Hood moderno y Profesional. Se puede ser Ladrón y Honrado a la vez. Deberían dar cursos de éstos en el INEM !!!!

- Moncho -

Anónimo dijo...

No es una historia de ladrones de guante blanco, sino de guantes sucios y llenos de mierda, pero un 10 para la banda de las alcantarillas
buen golpe