Cazador de polvos, corazón herido

Existen algunos momentos esencialmente llamémosle... “especiales” en la vida de todo  hombre que suelen dejar una marcada huella en tu personalidad.

Tu primer polvo

Tu primer gatillazo

Tu primer día en el que te dicen que no eres tan especial ni tan ocurrente y que sus sabanas han sido sembradas de insaciables amantes y abonadas con corridas de individuos que tú jamás le llegaras a la altura de su betún.

Pero existe un momento que es especialmente doloroso y cruel a la par que sutil.

Es ese momento en el que una “amiguita”, cruza esa ligera y fina línea que la separa del polvo que te estabas currando, y se convierte en, AMIGA.

Se cruza, así sin más. No sabes cual ha sido ese preciso instante donde has mandado a tomar por el culo semanas de largas conversaciones (cervecita en mano), abrumadoras mentiras y la santa paciencia de no pedirle que te enseñara las tetas por el msn. Porque tú no eres como todos. Tú eres paciente y esperas con sigiloso movimiento felino a que ella te lo tenga en cuenta. Que detecte que no eres un baboso depredador sexual, que detecte que la escuchas que te importa lo que dice. Sabes que eso suele tener premio, y ese premio se traduce en ese polvo tan anhelado por ti.

¿Como coño has cruzado esa línea? ¿En que estabas pensando?, tuviste un pequeño despiste, bajaste la guardia 5 minutos y se convirtió en tu Amiga. No hubo ríos que cruzar, ni montañas que escalar…¡zasssss!. Acabas de ganar una nueva amiga… ¡Premio!... Jamás te la follaras. Y no solo eso, ahora serás el puto hombro donde llore todos sus marrones sentimentales.

El  “eres mi mejor amigo” es una de las frases mas terribles que un hombre puede escuchar de boca de una mujer.

Nunca debiste tomar ese desvío, ni abandonar tu habitación donde te entregabas con pasión a la noble practica del “Hedo/Onanismo”.