lunes, 8 de junio de 2009

Bryan, el bebé al que le inyectaron el VIH


En 1992 cuando Bryan Jackson contaba 11 meses de edad, fue hospitalizado con un cuadro de asma en un hospital de Saint Louis (Missouri).

Su padre Brian Stewart, de 32 años y trabajador sanitario de ese hospital, aprovechando que se encontraba solo con el bebé le inyecto sangre contaminada con el virus del VIH.

De esta forma el padre del bebé pretendía evitar el pago de la pensión alimenticia a su ex novia para el mantenimiento de su hijo.

Dos años antes Brian Stewart y Jennifer Jackson, habían comenzado una relación sentimental. Jennifer quedo embarazada del pequeño y su padre jamás quiso reconocer su paternidad. Se separaron.

Después de salir del hospital, el niño estaba constantemente enfermo y los médicos no alcanzaban a detectarle de donde le provenían todas esas infecciones.

En 1996 el niño estuvo a las puertas de la muerte y fue cuando le diagnosticaron el VIH.

Durante sus primeros años el pequeño Bryan tenía que tomar 23 pastillas diarias y dos medicamentos más inyectables

Los médicos desconcertados no sabían como había contraído el Sida. El niño nació seronegativo y no recibió ninguna transfusión de sangre.

Fue entonces cuando todas las sospechas se dirigieron hacia el padre, que fue acusado de inyectarle la sangre infectada.

Durante el juicio celebrado en 1998, Stewart reconoció la autoría de los hechos.

Stewart, fue declarado culpable de intento de asesinato en primer grado y recibió la pena máxima; cadena perpetúa.

Durante la sentencia, el Magistrado Cundiff Ellsworth dijo que estaba en la misma categoría que el "peor criminal de guerra" y añadió: "cuando dios te pida cuentas, arderás en el infierno toda la eternidad".

En la actualidad Bryan es un joven de 18 años que acaba de graduarse en una escuela de secundaria en St. Louis, y un incansable activista contra los estigmas sociales del Sida.

Bryan recordaba hace unos días en una entrevista, que los vecinos que sabían que tenía el VIH, nunca le invitaban a las fiestas de cumpleaños de otros niños, y le avisaban que no bebiera agua de las fuentes.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

por una misera pension, es increible.
ese chaval de 18 años que bonito ejemplo esta dando que le vaya bonito