martes, 28 de abril de 2009

Babe esta malito…¡¡Atchussss!!


Si hay algo común en la mayoría de los mortales, es el miedo.

Miedo a perder nuestros empleos, miedo a perder a uno de los nuestros, miedos a las enfermedades. El sida, la hepatitis, tuberculosis, gripe, gripe aviar y ahora, la gripe porcina.

El miedo es algo intrínsico en el ser humano, todos lo sabemos, todos lo saben, ellos lo saben.

El miedo manipulado es una 9 milímetros en tu sien, los grupos de poder lo saben. Basta expandir el miedo indiscriminado, para que el mundo agache sus orejas y doble sus rodillas. Un pueblo con miedo es un pueblo fácilmente manejable y si el enemigo es invisible, misterioso y mortífero nos hace perder nuestra objetividad y corremos despavoridos como pollos sin cabeza.

Eso esta ocurriendo con la gripe porcina. En apenas una semana no se habla de otra cosa, se acabó la corrupción urbanística, se acabó la creciente subida del paro galopante, se acabo la crisis mundial. Ahora solo nos preocupa salvar el pellejo y rezar para que esa pandemia no nos afecte.

Hay quienes piensan que esta nueva pandemia no es más que una cortina de humo para acallar a la población mundial ante la ineptitud de los gobiernos mundiales para solventar la crisis donde nos encontramos inmersos. Hay quienes sostienen que es un siniestro y maquiavélico plan para acabar con la crisis mundial. Sin duda alguna nada mejor que acabar con buena parte de la población mundial para generar empleo. Dicen las enciclopedias, Wikipedias e innumerables escritos, que la crisis del 29 se solventó con la II guerra mundial. Ahora no estaríamos ante una contienda militar de tal magnitud, el encargado de exterminar el exceso de población seria ese bichito microscópico y silencioso… ¡da miedo!, ehh? Pues eso es lo que quieren conseguir.

La solución a todo esto la tienen las multinacionales farmacéuticas, de momento sus acciones se han disparado en las bolsas mundiales y a la cabeza de todas ellas está la farmacéutica Roche la que produce el medicamento salvador para luchar contra esa enfermedad. El Oseltamivir, comercializado con el nombre de Tamiflu, el mismo medicamento que inundó las arcas de dinero a esta farmacéutica hace apenas unos años cuando la pandemia de la Gripe aviar.

La verdad, no sé que pensar de todo esto, me hago la picha un lió. Creo que esto es un castigo divino que nos ha mandado el todopoderoso por promiscuos, degenerados y por follar sin condón y que estamos a las puertas del juicio final…y quien me lo iba a decir a mi, que el final de mis pestilentes días iba a venir de la mano pata de mi tan amados y siempre venerados jamones de Guijuelo.




1 comentarios:

Anónimo dijo...

De verdad crees que es un castigo divino?
Tú deberías haber sido cura, fijo...y qué piensas de la peste, la tuberculosis, el ébola, la gripe del pollo, las vacas locas, el cáncer?...
Ais mi curita.. jajajaja