lunes, 26 de enero de 2009

Hasta que la muerte nos Una

Muchas veces las mujeres nos quejamos de que los hombres son poco detallistas, pero después de leer esta noticia me doy cuenta que siempre tiene que haber una “excepción que confirma la regla”.

Y así lo va a demostrar un enamorado novio, de 25 años, al proponerse cumplir los deseos de su novia aunque ella ya no esté en este mundo.

¡¡Menudo detallazo le tiene preparado!!

El chico piensa celebrar la boda por todo lo alto aunque la novia no asista de cuerpo presente, eso sí… estarán sus cenizas en forma de diamante (de esos que duran para siempre).

La “afortunada” difunta sufrió un accidente de coche hace 6 meses, justo cuando ultimaban los preparativos de la boda. Pero él, publicista de profesión, ha pensado que la muerte no es un problema para continuar con su amor, se ha propuesto demostrar que algunos tópicos sobre el amor son ciertos: “el amor es vida”, “el amor nunca muere”, “el amor no tiene barreras”…

Estoy segura de que para el afligido novio el día de su boda será muy especial, un día feliz porque le traerá la paz del deber cumplido con su amada y sentirá su presencia en el corazón.
Pero los 250 invitados, la familia de la novia y el fotógrafo, si notarán su ausencia. Deberán contener sus emociones en muchos momentos de la ceremonia (la entrega de anillos, el sí quiero, el beso de la pareja, etc.) y en especial en el banquete despues de partir la tarta nupcial, a la hora de proponer los brindis, nadie deberá sentir el impulso de levantar su copa y gritar:

¡¡Vivan los novios!!

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