Desde el 1 de diciembre de 1981, fecha en la que se diagnosticó el primer caso de sida en el mundo, hasta hoy han pasado 27 años y es triste comprobar que en cuestión de discriminación, en algunos temas, parece que estamos como el primer día.
Un ejemplo es el problema que puede suponer para una persona infectada con el VIH el simple hecho de viajar y no digamos de pretender instalarse en otro país.
Se supone que todas las personas tienen derecho a la libre movilización sin discriminación por su condición de salud, pero que nadie se engañe pues en realidad no es así.
De 184 países, incluidos en un informe realizado por una organización alemana, resulta que 67 tienen normativas de entrada y estancia especiales para personas con VIH y sida. Estos países han aprobado leyes discriminatorias para estos casos, en la mayoría de ellos requieren un test de VIH para entrar y unos 30 deportan o expulsan a extranjeros si se descubre que tienen esta enfermedad.
En realidad, el problema es más grave según el tiempo de permanencia en el país pues las prohibiciones de entrada, por regla general, afectan a personas que desean permanecer en el país más de un mes. De la duración de la estancia depende si hay que presentar análisis de VIH, si se pretende solicitar un permiso de residencia y el resultado es positivo se deniega la entrada automáticamente.
Todo esto conlleva a una situación de inseguridad a las personas seropositivas cuando pensamos en viajar, aunque no vayas a estar más de una semana, el hecho de viajar con las pastillas y que te las puedan descubrir ya da miedo y genera una gran indecisión.
Y el problema no es solo a la hora de hacer turismo, con estas normas se limita la libertad de buscar un puesto de trabajo o una formación académica en otros países a personas que padecen esta enfermedad, lo que resulta aún más discriminatorio si tenemos en cuenta que ya se está considerando el VIH como una enfermedad crónica.
No es justo que no podamos tener los mismos derechos que cualquier persona para recorrer el mundo. Con ello nos obligan a mentir y consiguen que el virus circule en la clandestinidad…¿no se dan cuenta de que así no se le puede detener?.
Los países discriminatorios son los siguientes: Egipto, Armenia, Bahrein, Bangladesh, Brunei, Bulgaria, China, Irak, Yemen, Jordania, Qatar, Kuwait, Malasia, Moldavia, Mongolia, Corea del Norte, Omán, la Federación Rusa, Arabia Saudita, Singapur, Sri Lanka, Sudán, Corea del Sur, Siria, Tayikistán, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, EEUU y Uzbekistán.
Si piensas viajar no dejes de leer AKI el folleto titulado “Normativas de viaje y residencia para personas con VIH/sida 2008/2009”, te será de gran utilidad y es muy interesante.
Un ejemplo es el problema que puede suponer para una persona infectada con el VIH el simple hecho de viajar y no digamos de pretender instalarse en otro país.
Se supone que todas las personas tienen derecho a la libre movilización sin discriminación por su condición de salud, pero que nadie se engañe pues en realidad no es así.
De 184 países, incluidos en un informe realizado por una organización alemana, resulta que 67 tienen normativas de entrada y estancia especiales para personas con VIH y sida. Estos países han aprobado leyes discriminatorias para estos casos, en la mayoría de ellos requieren un test de VIH para entrar y unos 30 deportan o expulsan a extranjeros si se descubre que tienen esta enfermedad.
En realidad, el problema es más grave según el tiempo de permanencia en el país pues las prohibiciones de entrada, por regla general, afectan a personas que desean permanecer en el país más de un mes. De la duración de la estancia depende si hay que presentar análisis de VIH, si se pretende solicitar un permiso de residencia y el resultado es positivo se deniega la entrada automáticamente.
Todo esto conlleva a una situación de inseguridad a las personas seropositivas cuando pensamos en viajar, aunque no vayas a estar más de una semana, el hecho de viajar con las pastillas y que te las puedan descubrir ya da miedo y genera una gran indecisión.
Y el problema no es solo a la hora de hacer turismo, con estas normas se limita la libertad de buscar un puesto de trabajo o una formación académica en otros países a personas que padecen esta enfermedad, lo que resulta aún más discriminatorio si tenemos en cuenta que ya se está considerando el VIH como una enfermedad crónica.
No es justo que no podamos tener los mismos derechos que cualquier persona para recorrer el mundo. Con ello nos obligan a mentir y consiguen que el virus circule en la clandestinidad…¿no se dan cuenta de que así no se le puede detener?.
Los países discriminatorios son los siguientes: Egipto, Armenia, Bahrein, Bangladesh, Brunei, Bulgaria, China, Irak, Yemen, Jordania, Qatar, Kuwait, Malasia, Moldavia, Mongolia, Corea del Norte, Omán, la Federación Rusa, Arabia Saudita, Singapur, Sri Lanka, Sudán, Corea del Sur, Siria, Tayikistán, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, EEUU y Uzbekistán.
Si piensas viajar no dejes de leer AKI el folleto titulado “Normativas de viaje y residencia para personas con VIH/sida 2008/2009”, te será de gran utilidad y es muy interesante.
1 comentarios:
que se jodan los yankis
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