domingo, 5 de octubre de 2008

Cuando los fármacos no son la solución

Resulta increíble con la facilidad que recetan en nuestro país los médicos de cabecera o profesionales de la Psiquiatría medicamentos, antidepresivo, ansiolíticos o cualquier tipo de hipnótico. Parece como si se hubiera abierto la veda con estos tipos de medicamentos y prácticamente todos nosotros conocemos a alguien que tome este tipo de medicación o nosotros mismos consumimos algunas de estas sustancias.
Cada vez somos mas las personas que ante cualquier revés que nos da la vida, acudimos a nuestro medico y le pedimos que nos receten cualquier de estos medicamentos para solucionar el problema, sin tener en cuenta los efectos secundarios que este tipo de fármacos genera en nuestro organismo. Nuestro organismo esta perfectamente preparado para paliar muchas de las reacciones adversas producidas por los contratiempos que nos depara la vida, (somos seres emocionales y por tanto es normal que tengamos bajones, subidones y altibajos en nuestra vida ), un desengaño amoroso, una mala época laboral, la perdida de algún ser querido, la no aceptación de la vida que llevamos etc.¿ Pero que nos ocurre?, nos es mucho mas fácil recurrir a algún tipo de medicación, que afrontar el problema e intentar solucionarlo con los propios medios que nuestro organismo esta dotado. Por otro lado estos medicamentos no harán que nuestros problemas desaparezcan si no que enmascararán los síntomas con un ficticio parche de bienestar y nos condenarán a la dependencia de unos fármacos que en la mayoría de los casos sus efectos secundarios son mas perjudiciales que el propio problema por el cual empezamos a consumirlos. No quiero decir con esto que la depresión no exista o que todo el mundo sea capaz de capear una mala situación o una mala temporada, por tanto muchas personas si que necesitarán algún tipo de tratamiento farmacológico para ayudarles a salir de una situación de donde ellos por si solos no consiguen salir, pero si que me atrevo a afirmar que en muchísimos otros casos que solemos tomar estos fármacos, lo solventaríamos con un pequeño esfuerzo personal. Si bien los fármacos podrían mejorar los síntomas en personas que se bloquean o no encuentran por si solos la solución al problema que les genera esa ansiedad, tristeza o melancolía, el apoyo psicológico de cualquier profesional o otros puntos de vista realizados por personas cercanas, (amigos, familiares etc.) seguramente abrirían otros enfoques del problema y quizás un desbloqueo de la situación donde se hayan inmersas estas personas. ¿Pero que ocurriría?, que muchas personas pensaran que ir al psicólogo y me ayude a manejar la situación y enfrentarme a la causa que me agobia, eso lleva algún tiempo y esfuerzo personal y ser valiente, luego, lo mas cómodo es tomarse unas pastillas, mirar para otro lado y pensar que lo que tengo es un problema de salud. Nos quedaríamos asombrados de ver que un cuadro de autentica depresión no se corresponde con la mayoría de las personas que toman antidepresivos y hacen cola en las consultas de los médicos de cabecera, donde a modo de cualquier vulgar camello se limitan a expender las recetas y aumentar de forma escandalizante la tasa de personas adictas a la Serotonina, los “Diazepanes” y sus derivados, los hipnóticos y un sinfín de medicamentos que la mayoría de personas nos podríamos ahorrar simplemente hablándolo, exponiéndolo y un pequeñito empujón de una mano amiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo tomo antidepresicos desde hace mas de dos años y me da miedo dejarlos, lo hice hace unos meses y tuve que volver a tomarlos no me encontraba bien y la verdad es problema por lo que los tomo ya no exisite

Anónimo dijo...

Yo tuve una depresión hace unos años y me salí gracias a la constancia y paciéncia de esa mano amiga. Sabía que si iba a ver un psiquiatra me daria medicación y me quedaría estancando, y posiblemente, enganchado a las pastillas. Cuando me encontré un poco mejor, empecé con el yoga y ahora se que es mejor recurrir a ello que caer en manos de los psiquiatras.