lunes, 18 de agosto de 2008

El amor en los tiempos de crisis


El otro día mientras me bajaba de una atracción de un famoso parque temático, allí como caídas del cielo situadas en una especie de tarima donde se depositan los objetos para que no se caigan debido a la fuerza centrifuga que ejercen las atracciones sobre las personas, como digo, allí estaban “Ellas”, esperándome, pacientemente, como si su único objetivo era la de llamar mi atención. Mi mano derecha se encamino hacia "Ellas", notaba esa atracción, esa llamada. Mi mano izquierda intento retenerla, la cogió por la muñeca e intento frenar ese impulso, pero de un golpe seco y contundente mi mano derecha se deshizo de la izquierda. En cuestión de un par de segundos, “Ellas” yacían en mí frente a modo de diadema como si ese hubiera sido el lugar donde “Ellas” unos minutos antes hubiesen estado donde ellas siempre quisieron estar. Note la sujeción de “Ellas” en mi frente, como besándola, acariciándola estaban pletóricas estaban, (y sirva esta expresión) como orgullosas de ellas mismas. 48 horas antes había intentado obtener unas compañeras por las ópticas mas afamadas de la ciudad, pero ninguna de ellas abrazaron mi cara y mi frente como “Ellas” lo hicieron, apunto estuve de pagar por unas 80 € que no le llegaban ni los tornillos de sujeción de la patilla a las que ahora son mis compañeras inseparables. Desde aquí querido amigo quiero agradecerte la inmensa alegría que me proporcionases al dejarte olvidadas a “Ellas” para que yo las recogiera. Querido amigo, mi hermano mi salvador, quiero decirte que tu infelicidad es mi felicidad, que Ellas han caído en buenas manos, que si supiera quien eres, donde vives, el nº de tu móvil te llamaría dándote las gracias y para mostrarte como “Ellas” lucen en mi rostro. Mi gran amigo, mi hermano, Ellas han recuperado la alegría de vivir, los dos nos hemos complementado como un solo ser, estoy seguro mi amigo, mi hermano que si nos vieras juntos tu mismo te emocionarías y aun a tu pesar seguramente notarías esa simbiosis entre “Ellas” y yo, y nos dejarías vivir nuestro gran idilio. Desde aquí mis mas sinceras gracias y te dejo una foto ilustrativa que habla por si sola.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja. muy buenas las gafas!!