Para cada persona el infierno es algo diferente,
o cada uno tiene su propio infierno particular.
Mi descenso al nivel irracional de la existencia, donde se vive por puro impulso
para fantasía y, por consiguiente,
pura locura
No, eso no es el infierno.
Cuando estoy allí tengo tan poca conciencia del dolor
como un hombre borracho; o mejor, mi dolor es una alegría.
Sólo al recuperar la conciencia siento un dolor
indecible...
Anaïs Nin (Francia, 1903-1977)
Diarios, (Fragmento).
Carta de Henry Miller (beodo) a Anaïs
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