lunes, 16 de junio de 2008

Siete días, siete orgasmos

Estrés, cansancio, responsabilidades, calor… Es verdad que muchos días surgen un montón de cosas que hacen que aparquemos el sexo para otro momento, lo malo es que, a veces ese momento no llega nunca. ¿La solución? Planificar tus relaciones sexuales igual que otras actividades de tu agenda. Cada vez son más las parejas que hacen sus deberes y asignan un tiempo semanal al sexo. Nosotros te proponemos una semana entera de sexo. No esperes a las vacaciones, disfruta de siete días y al menos, siete orgasmos. Este es un programa para pasarlo bien y romper la monotonía.
Lunes. Para cambiarle la cara al antipático lunes, un encuentro rápido y salvaje. Es el día que menos éxito tiene para estos menesteres y después del fin de semana, tampoco se está para muchos trotes. Puedes calentar motores mandando mensajes tórridos vía móvil o Internet. Cuando os echéis los ojos encima, que sea una cosa salvaje y que no pueda esperar (coche, vestíbulo, cocina…).
Martes. Lo sentimos hoy toca madrugar. Hay que poner el despertador media hora antes para dedicarse al amor. Seguro que un amanecer así hace que tu pareja no se enfade por el madrugón. Después un desayuno energético. (Si no duermes con la pareja, ve a buscarlo a su casa con unos churros y sin ropa interior).
Miércoles. Es el ecuador de la semana, podemos ser más cañeros con juegos y estimulantes. Vale todo: ver junto una película erótica o enseñar a tu pareja como usas tú vibrador. Si no tienes juguetes eróticos o no te gustan, podéis citaros en un bar y ligar como si fuerais dos desconocidos (al estilo de Andy García y Meg Ryan en Cuando un hombre ama a una mujer).
Jueves. Hoy es el día en que tu pareja te confiesa su fantasía sexual y la lleváis a cabo (elige una realizable porque si pretendes hacer una orgía no da tiempo a avisar y convencer a la gente). Os recomendamos el libro Dímelo al oído de Sonsoles Fuentes y Laura Carrión, que ahonda en las fantasías sexuales de 69 mujeres españolas.
Viernes. Por una vez vamos a hacer caso a los sexólogos y hoy valdrá todo menos el coito. Sugerencias: bañito de espuma, masaje erótico, masturbación mutua…
Sábado. Nos acercamos el final de la semana y, si no se trabaja, tenemos todo el día para nosotros. La consigna será no salir de la cama salvo para ir al baño y unir la otra necesidad básica, es decir comer, a nuestra sesión. En verano hay muchas frutas que refrescan y que se pueden compartir con la pareja o comer sobre ella. Sin olvidar las posibilidades que tienen los cubitos de hielo usados con maestría sobre el otro.
Domingo. Hasta el señor descansó el séptimo día, así que al que haya llevado el peso de organizar esta semana erótica le toca mandar. ¿Cómo? Repetición de las mejores jugadas, strip-tease… O un polvo perezoso y tranquilo como colofón.
Fuente: El País de las Tentaciones. Beatriz Sanz.


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